¡Estamos muy contentos gracias al artículo escrito por Carlos Gámez Kindelán en el blog Visual20 del periódico 20 minutos! Gámez Kindelán nos habla de cómo le encanta el regaliz y que nuestros regalices son es su favorito. Además, crea una infografía dónde cuenta los beneficios de la planta del regaliz. Aquí te dejamos su artículo:

No recuerdo bien cuando fue la primera vez en mi vida que tomé regaliz. Pero sí recuerdo lo mucho que me gustó. Era un trozo de la raíz de una planta. En mi ciudad lo vendían en un carrito ambulante al grito de “¡Palodúuuu!“, muy similar a los puestos de castañas. Tenía un sabor bien característico, fuerte, con cierta amargura que hacía que tuviera que dosificar bien la cantidad que me llevaba a la boca. Pasaron los años y aquél señor que vendía palodú con su carrito callejero se esfumó. Y el palodú se fue con el. En estos varios lustros que han pasado ya no he vuelto a ver a ningún vendedor ambulante de esta sabrosa planta. ¿Qué habrá sido de ellos? ¿Habrán cambiado el carrito por una web?
Del palodú pasé al extracto de regaliz que ya todos conocemos. Ese palito de color negro que con el paso de los años multiplicó su apariencia en bolitas, pastillas, torcidas, caramelos, colores y formas. Desde hace unos trienta años he comido regaliz primero como una chuchería para niños. Ibas al cine o a dar una vuelta con tus amigos y comprabas un mix de gominolas, polvitos de refrescos, chicles, caramelos y, por supuesto, regaliz. A mí me encantaba mezclar el regaliz con los refresquitos… cosas de niños. Y de este aspecto más infantil el regaliz pasó a ser para mí un alimento que me gustaba. Y me hice fiel a los regalices del gato (si no los conoces no sabes lo que te pierdes). Como buen ‘regalicero’ he probado de todas marcas y formas. El ‘Pepe‘, ese tronco gordito, demasiado empalagoso para mi. Los regalices Zara, primero los puros y luego los mentolados (estos últimos bien de sabor pero duros como el pan de tres días). Los Haribo Oro, con una textura y tamaño conseguido pero con un sabor regular. Además hay otros tipos de extracto de regaliz con textura bastante blanda que no sé quien los fabrica ni su marca. Son los típicos que encuentras en cualquier puestecillo chino (negros y rojos). Estos tienen un pase pero su calidad deja mucho que desear. Recordad que esto que escribo es solo mí opinión.

Pues durante todo este tiempo lo que desconocía era que la planta del regaliz era un producto más que saludable en su justa medida. Que reportaba una serie de beneficios al organismo como para pensarse llevar siempre un trocito a mano. Aquí me he montado un grafiquito para que veas rápidamente de qué te hablo.

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¿Qué?, ¿ya sabías todo lo bueno que tiene el regaliz? Pues yo no. Igual que no sabía la cantidad de maneras distintas de nombrar a este alimento. Ahí va otra curiosidad. Te dejo, voy e empacharme de Glycyrrhiza glabra.

Lee el artículo en el blog Visual20.

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